El nombre aventurina procede del italiano ventura, que quiere decir azar. Es una alusión al descubrimiento por casualidad de la síntesis del cristal de aventurina o goldstone, una piedra artificial muy similar a la aventurina, en el siglo XVIII. Otros nombres que recibe la aventurina son prasio, que viene del griego prasos (puerro), en alusión a su color verde, o simplemente, cuarzo verde.